“La vulnerabilidad es el cimiento, el único lugar desde el cual se despliegan las habilidades emocionales”, destaca Nia Ayanz, y agrega que hoy se le da cada vez más importancia a la emoción porque “es la que determina el pensamiento y la acción; el foco de la atención, el grado de importancia de un evento, la confianza, la cohesión, los vínculos. El 90% de los conflictos u obstáculos en las empresas responden a causas emocionales tanto a nivel individual como de los equipos. Hoy es inminente la capacidad de actuar efectivamente ante lo inesperado, lo incierto, lo que implica riesgos y exposición. La intuición en la toma de decisiones paso a ser un aspecto clave. La crisis o el cambio de paradigma de la actualidad cuestiona los opuestos tradicionales y demanda una conciencia y gestión de simultaneidad y convivencia: razón y emoción, intuición y lógica, dimensión humana y tecnológica”.
¿Van cambiando las connotaciones negativas de algunos conceptos relacionados con la emoción?
AYANZ: La vulnerabilidad era considerada como sinónimo de debilidad o pérdida de autoridad, la intuición como sinónimo de lo ilógico o irracional. Lo que hoy se considera complejo, por representar un gran desafío, es la dimensión humana, lo que conlleva a cuestionar conceptos tradicionales. Se escucha constantemente conceptos como clima, confianza, beneficios, motivación, innovación, creatividad, emprendedorismo, pero la realidad es que hay un gran desconocimiento y cierta desvalorización acerca de la dimensión humana y del como desplegar las habilidades asociadas para crear las condiciones y contextos que se necesitan con el fin de alcanzar los objetivos de las organizaciones modernas. Hoy la personalización, la generación de vínculos, las relaciones de alta calidad, son lo que determinan los resultados positivos. Y, desde IEC creemos que eso solamente se logra a partir del autoconomiento y vulnerabilidad; el manejo de las habilidades emocionales o sociales.