Los hallazgos de este año muestran que el progreso de la economía digital es mixto, muchos creen que ha sido una fuente de cambio positivo y tienen una visión optimista sobre su futuro en la economía digital, pero al mismo tiempo, muchos sienten que sus necesidades digitales no están siendo satisfechas (solo el 49% de las personas globalmente cree que sus necesidades básicas están siendo satisfechas), además del impacto negativo de las tecnologías digitales en la salud y el bienestar y la falta de las habilidades que se necesitan para prosperar en un mercado laboral que cambia rápidamente.
“Es difícil imaginar una faceta de nuestra vida diaria que no haya sido de alguna forma tocada por lo digital”, comentó Juan Pedro Mc Cormack, CEO de Dentsu Aegis Network Argentina y agregó: “garantizar los beneficios de una economía digital que funcione para todos, requiere asegurar las formas en que la innovación tecnológica puede satisfacer mejor las necesidades de la sociedad en su conjunto. Los beneficios potenciales de lo digital son enormes”.
El informe destaca que los consumidores están recuperando el control. Aquellos más propensos a usar productos y servicios digitales son aquellos que limitan en mayor medida la cantidad de datos que comparten en línea (44%) y el tiempo que pasan en línea o con su smartphone (21%), desactivan cuentas de redes sociales (14%) y activan adblockers (27%). En otras palabras, la investigación muestra que aquellas personas que adoptan lo digital tienen más probabilidades de alejarse de él.