Según una de las definiciones del oráculo ChatGPT, la inspiración se refiere a un sentimiento de motivación, emoción o conexión espiritual que surge en respuesta a un estímulo significativo o profundamente conmovedor. Por lo menos en mi persona, algo similar, o todo eso, es lo que me despega cada uno de estos tres infaltables en todo guardarropas creativo que se precie de tal.
UNA CAMPAÑA: ANDROID - JOHNNIE WALKER
No es nuevo. Pero sigue y seguirá siéndolo por siempre. Como los Beatles o los Rolling Stones. Androide, creada por BBH Londres, es todo lo que está bien. Tiene más de una década y ya plantea, en ese momento, dilemas que la inteligencia artificial instaló unos años después en la cultura popular. Y no sólo pone el tema sobre la mesa sino que toma partido por la raza humana para inspirarnos, glorificarnos y reconocernos únicos. Todo esto, en una comunión magistral con el propósito y la plataforma de la marca: su Keep Walking. Una pieza con corazón e inteligencia y no de la artificial.
UN ARTISTA: JOSEPH KLIBANSKY
Nació en 1984 en Sudáfrica pero vive y trabaja en Amsterdam. Y se nota. El trabajo de este enorme artista visual examina la relación entre una cosa y su esencia, entre lo que vemos y lo que implica una imagen. Una auténtica máquina de resignificar. Klibansky usa una mentira para decir la verdad y convertirla en arte. Y esto, no es poca cosa.
UNA SERIE: SUCCESSION - HBO
Una de las últimas producciones en ingresar con honores y premios al Valhalla de las series. HBO, ahora max, sabe mucho de eso y esta no es la excepción sino todo lo contrario. Ni siquiera las consagradísimas “Sopranos” o “Six Feet Under” tiene el nivel de diálogos de Succession. Una comedia negra que se recorta por todo. El formato atípico y atrapante -como una auténtica ruleta visual-, la calidad de imagen, los movimientos de cámara, la dirección de actores, los actores... Todo. Todo para aprender. Todo para inspirar.