Aprovechando la euforia por uno de los mayores eventos de exhibición de Brasil, São Paulo Fashion Week, que se celebró del 3 al 7 de noviembre, PEA -Proyecto Esperanza Animal- lanzó una campaña para concientizar acerca de la adopción animal. En el marco del desfile de Ronaldo Fraga y de la mano de Leo Burnett Tailor Made, la ONG presentó “Animal no es diseño. Adopte, no compre”.
Como parte de la acción, Capitu, una perra mestiza, irrumpió en la pasarela con un cartel en el cuello que llevaba inscripto el lema de la campaña.
“Desde PEA consideramos que adquirir una mascota es un acto de amor y de ternura. Desafortunadamente, a veces por desinformación, muchas personas pagan dólares por tener una mascota en lugar de adoptar. Queremos concientizar en ese sentido y recordar que los animales no son un diseño sino una vida”, explicó Estela Aragon, Cordinadora de Proyectos de la institución.
Para esta edición, la SPFW convocó a los diseñadores más deseados del país y se inspiró en el emblemático movimiento Bauhaus, símbolo de la transición del siglo XX que revolucionó las esferas de la creatividad e introdujo cuestiones más profundas y grandes transformaciones. Por eso “sin dudas este fue el escenario perfecto para divulgar nuestros conceptos y recordar que los animales no son diseños, que hay que adoptar”, concluyó Aragon.
En números
No hay una estimación precisa de la cantidad de mascotas que son exterminadas en el país. Los optimistas sugieren que más de 100 000 animales se recogen de las calles y son ejecutados por el gobierno de Brasil. Sin embargo, algunas autoridades creen que este número puede estar más cerca de 1 millón de perros y gatos muertos anualmente.
Lo cierto es que la captura, el almacenamiento y el exterminio de los animales generan costes a las arcas públicas, no resuelven el problema de la superpoblación y alimentan un ciclo interminable de muertes. También se estima que el 30% de los animales abandonados en las calles de São Paulo son los animales de pura raza y que los propietarios los abandonaron después de que crecieron o se enfermaron.
Antes de la aprobación de la Ley de Estado de SP Nº 12.916 / 2008, que prohíbe la matanza de animales sanos recogidos por los municipios del estado, fueron asesinados 20 000 animales por año sólo en la capital.
