Cuando el dinero escasea, las decisiones del cliente se modifican, son más cuidadosas y limitadas. En este contexto, tanto supermercados como minoristas deben poner a prueba una amplia gama de recursos para garantizar las ventas. Gabriel Diorio, Director General de in-Store Media (iSM), asegura que “las marcas invierten cada vez más en los puntos de venta para atraer la atención del cliente. Las estrategias que más crecieron son la búsqueda de promociones y marcas de menor valor, la compra de envases o formatos más económicos y la priorización de canales que permitan ‘no tentarse’ y encontrar alternativas de precio reales”. Si se tiene en cuenta que el 60% de los shoppers (consumidores) consideran que los soportes publicitarios en los puntos de venta son importantes, es lógico que la publicidad en las tiendas aporten mayor notoriedad a la marca –un 54% de top of mind– e incrementen las ventas un 17%. Diorio remarca la importancia de acompañar a los consumidores / compradores a lo largo de todo su recorrido de compra (Path to Purchase): “Desde que ingresa al estacionamiento –área de transición–, pasando por la sala de ventas –área de persuasión–, donde se busca influir al shopper para que vaya a la góndola indicada y en la góndola –zona de acción–, momento clave para influir en la persona y llevarlo a que elija el producto deseado”.
