En abril de 2010, cuando los ‘smartphones’ tenían todavía escasa penetración en Argentina, BBVA Francés lanzaba un nuevo canal de comunicación para estar más cerca de sus clientes. FrancésGo fue el primer canal móvil del sector financiero. A través de mensajes de texto SMS (que podían recibir todo tipo de terminales) permitía a los clientes obtener información sobre promociones de las tarjetas de BBVA Francés, segmentadas por zona, tipología y marcas. Eran tiempos en los que el cliente tenía que enviar una palabra, en este caso “GO” a un número de cuatro dígitos. Siete años después, BBVA ha logrado en Argentina rebasar el hito de tener un 50% de clientes digitales. A cierre de octubre, BBVA Francés tenía 1,3 millones de clientes digitales activos que se conectan a través de la web, lo que supone un crecimiento anual del 28%. Un crecimiento superior (el 37%) experimentan los clientes que se conectan a través de la aplicación móvil, la cual ha seguido evolucionando y, hoy en día, permite comunicarse con el banco a través del messenger de Facebook, entre otros.
Durante la inauguración de la nueva sede en Buenos Aires, la Torre BBVA Francés, —que contó con una inversión cercana a los 250 millones de dólares—, el presidente Francisco González en abril de 2017 dijo: “Con esta inauguración, hoy refrendamos nuestra apuesta de largo plazo por Argentina, porque creemos en los argentinos y en su futuro”. En los nueve primeros meses de 2017 los créditos crecieron a un ritmo del 39,4%, el crecimiento más destacado de BBVA en toda América Latina. Además se consolida un buen desempeño de los ingresos recurrentes con un margen de intereses que continúa acelerando su crecimiento.
Según el banco, en la Argentina lo mejor está aún por llegar. Después de un PIB negativo en 2016 (-2,2%), BBVA Research prevé un crecimiento del 2,8% en 2017 y del 3% para 2018, lo que sitúa al país entre los tres más dinámicos de toda América Latina. Los datos del Servicio de Estudios, muestran una consolidación de este crecimiento con una inflación que continuará disminuyendo. Para el año que viene se espera un aumento de la inversión en infraestructuras y un mayor dinamismo de las importaciones.